El big data es el conjunto de tecnologías que permiten analizar, a través del uso extenso de algoritmos, cantidades masivas de datos provenientes de fuentes dispares, con el objetivo de crear valor.

De este modo, a partir del tratamiento de cantidades masivas de información, podemos comprender cosas antes desconocidas cuando solo analizábamos cantidades pequeñas de información, y permite descubrir o inferir hechos y tendencias ocultas en las bases de datos.

Es así que, múltiples empresas utilizan estas analíticas para encontrar patrones de consumos, predecir reacciones a ciertos nuevos productos o hacer estudios de mercado para saber cómo, dónde y cuándo colocar su publicidad, por ejemplo.

Pero no sólo al marketing se aplica el Big Data, tiene otros diferentes usos y posibilidades que hacen que plantee muchos retos y oportunidades para los abogados. Retos y oportunidades que vendrán de la mano de su uso o incluso de su abuso.

El uso de datos masivo supone oportunidades para todos, en particular para los trabajadores del derecho, podemos mencionar  que para los abogados significa una OPORTUNIDAD  de negocio al abrir un nicho importantísimo en cuanto a la protección de datos y otros derechos de primera generación, además también se configura como una HERRAMIENTA al permitir automatizar tareas permitiendo el ahorro de tiempo y disminución del error humano en el ejercicio de la profesión y por otro lado se trata de un DESAFIO por la poca legislación actual sobre la temática.

Habiendo dicho esto, podemos afirmar que el uso del BIG DATA  ha transformado el sector jurídico caracterizado por el desarrollo de nuevos sistemas y APPS que facilitan el trabajo. Es así, que con el uso de esta información han ido apareciendo en Norteamérica, Europa y más recientemente en países como el nuestro, las denominadas Legaltech entre las que podemos mencionar legalpredictors, smartscontracts entre otras que brindan soporte a la tarea del abogado.

Por otro lado, el uso de estas nuevas tecnologías, también supone un desafío para diferentes cuerpos normativos, tales como la protección de datos, la prohibición de la discriminación, la responsabilidad civil, el derecho de la competencia o los derechos de propiedad intelectual, entre otros.

En este sentido, uno de los retos más importantes se encuentra en los riesgos que este análisis masivo de datos crea sobre nuestra privacidad y datos personales.

Como conclusión, estamos  frente a una etapa disruptiva del ejercicio de la abogacía, es momento de estudiar, especializarnos en el tema y aprovechar el uso tecnológico para generar valor.